sábado, 30 de octubre de 2010

Un sueño inquietante

Como todos los días me levanto, desayuno, me peino, meto los libros en la cartera y me voy al colegio. Habia botones para transformar el colegio en 1.000.000 de pisos. Entré y Don Miguel Ángel , Don Juan José , Doña Elena y todos los demás profesores eran robots y mis compañeros también. Todos venían a por mí. Salí a la calle y todos eran robots. Venían a por mí menos una chica que se quedó sentada en un banco del colegio. Me acerqué y todos los robots me dejaron. Ella parecía una persona, pero le salió un botón en la frente; le di y se convirtió en un robot también.

ANÓNIMO

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