Érase una vez cuatro niños que se llamaban Alex, Jesús, Tania y Soraya. Ellos eran muy amigos. Vivían en un pueblo llamado Manazor. En las afueras del pueblo había una casa muy grande , bastante vieja, que llamaba mucho la atención.
Un dia Alex y Jesús quedaron y fueron a llamar a Soraya y Tania. Estaban paseando y Alex dijo:
-¿Por qué no vamos a la casa abandonada?
Jesús quería ir pero a Tania y a Soraya les daba miedo. Cuando llegaron a la casa, Soraya y Tania no querian entrar, pero Alex y Jesús les convencieron y pasaron los cuatro. Al principio de la casa había un pasillo muy largo con muchas habitaciones y unas escaleras. Pasaron a la primera habitación y era un salón donde había una televisión antigua y un sofá. Fueron a otra habitacion y era un baño. Pasaron a otra y era un dormitorio donde había una cama y un armario. Después pasaron a una sala donde habia muchos jueguetes. A ellos les llamó mucho la atención y se quedaron jugando. Cuando se hizo de noche se quedaron dormidos. Al siguiente día siguieron viendo la casa. Pasaron a otra sala donde habia muchos armarios. Llegaron a las escaleras y a Tania y a Soraya les daba miedo subir, pero subieron. Cuando llegaron arriba habia unas cajoneras, un armario y una cama. En la cama había un hombre dormido. El hombre era bastante mayor con gafas, barba larga y blanca, bajito y con muchas arrugas. Tania tropezó y se cayó y el hombre se despertó y dijo:
-¿Qué haceis?
Los niños salieron corriendo hacia el puelo. Se fueron a su casa a comer. Por la tarde quedaron otra vez y fueron a la casa. Cuando llegaron, el señor estaba en el pasillo. Cuando los niños iban a salir corriendo dijo:
-Nos os asusteis, no soy malo.
Los niños se quedaron quietos. Ellos se sentaron en el salón y estuvieron hablando mucho tiempo con él. Ellos se hicieron amigos suyos. El hombre les contó muchas leyendas sobre la casa.
A partir de ese día el hombre les dijo que fueran siempre que quisieran. Y todos los dias los niños fueron a jugar a la casa.
MARÍA MUÑOZ DE CUERVA MAYORALAS
6ºA
Un dia Alex y Jesús quedaron y fueron a llamar a Soraya y Tania. Estaban paseando y Alex dijo:
-¿Por qué no vamos a la casa abandonada?
Jesús quería ir pero a Tania y a Soraya les daba miedo. Cuando llegaron a la casa, Soraya y Tania no querian entrar, pero Alex y Jesús les convencieron y pasaron los cuatro. Al principio de la casa había un pasillo muy largo con muchas habitaciones y unas escaleras. Pasaron a la primera habitación y era un salón donde había una televisión antigua y un sofá. Fueron a otra habitacion y era un baño. Pasaron a otra y era un dormitorio donde había una cama y un armario. Después pasaron a una sala donde habia muchos jueguetes. A ellos les llamó mucho la atención y se quedaron jugando. Cuando se hizo de noche se quedaron dormidos. Al siguiente día siguieron viendo la casa. Pasaron a otra sala donde habia muchos armarios. Llegaron a las escaleras y a Tania y a Soraya les daba miedo subir, pero subieron. Cuando llegaron arriba habia unas cajoneras, un armario y una cama. En la cama había un hombre dormido. El hombre era bastante mayor con gafas, barba larga y blanca, bajito y con muchas arrugas. Tania tropezó y se cayó y el hombre se despertó y dijo:
-¿Qué haceis?
Los niños salieron corriendo hacia el puelo. Se fueron a su casa a comer. Por la tarde quedaron otra vez y fueron a la casa. Cuando llegaron, el señor estaba en el pasillo. Cuando los niños iban a salir corriendo dijo:
-Nos os asusteis, no soy malo.
Los niños se quedaron quietos. Ellos se sentaron en el salón y estuvieron hablando mucho tiempo con él. Ellos se hicieron amigos suyos. El hombre les contó muchas leyendas sobre la casa.
A partir de ese día el hombre les dijo que fueran siempre que quisieran. Y todos los dias los niños fueron a jugar a la casa.
MARÍA MUÑOZ DE CUERVA MAYORALAS
6ºA
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